Adiós a Campanella, hola al sufragio censitario
Bruno Marcos
El mundo es horrible. Me levanto y me entero de que han eliminado del todo la serie de Campanella. La han sustituido por la teletienda, minutos y minutos, horas, de cuchillos prodigiosos y electrocuciones adelgazantes. ¿Tendrá más audiencia que la serie? De ser así, nuestro país es aun más deleznable de lo que pensaba. Habrá que restaurar el sufragio censitario con un examen que demuestre la capacidad mental del ciudadano para poder regir su propia vida.
El canalillo que la emitía debió darse cuenta de que, después de usufructuar la estupidez nacional tanto tiempo, los bajos instintos, el aburrimiento doméstico y la miseria moral del acoso*, esta serie podía volver un poco inteligentes a sus descerebrados televidentes.
La serie no nos dejaba nada bien porque mostraba cómo tratamos a los emigrantes. Para más escarnio nos daba la verdad: unos emigrantes que son puramente españoles, un hijo de un padre asturiano que fue salvado por la amabilidad de la Argentina, obligado por la crisis del corralito, viene aquí y sólo recibe en España las hospitalidad de una joven camarera y de los demás emigrantes. Nunca sabremos como acaba.
Pienso: ¿qué español no asienta al menos una minúscula parte de su bienestar actual en Latinoamérica? De forma absolutamente directa: la herencia de un tío soltero de ultramar que permitió estudiar al padre, el tejado de la casa de los abuelos que se arregló con el dinero que un hijo mandaba...
En fin, ¡qué asco!
*Tengo entendido que una famosa estos días se ha vuelto loca de remate y la telebasura lo ha recogido. La tal famosa se asoma a la ventana del psiquiátrico y habla para que lean en sus labios y culpabiliza al acoso de los programas basura de su desquiciamiento y promete suicidarse.
5 Comments:
Por gentileza de Blisset la biblioteca borgiana de Babel http://ar.geocities.com/proyectoinacayal/bibliotecaInacayal.html
(para todos menos para el de r. romántico idolatrador del libro en cartón piedra, o en su defecto, de su fotocopia)
Decía un profesor que intentaba abrir mi mente en la facultad, que la democracia era mala cosa (hacía esta broma, cuando el sugería algo y después de la obligada votación, los alumnos decidiamos otra cosa).Al venir de alguien terriblemente respetuoso con nuestras opiniones, que dedicó parte de sus enseñanzas a la base hístorica y moral del "gobierno de todos", la broma era especialmente caústica.
Yo que por distintas razones me he alejado casi por completo de la televisión, siento un pequeño bienestar cuando me doy cuenta de todo lo que ignoro. Uno de los pocos contactos que mantenía con el medio era esa serie, cuya desaparición lamento.(Aunque en el fondo, el cambio al horario teletienda ya me hizo prepararme para "ello"). Malos tiempos cuando hay que cuestionarse la broma de mi profesor, y replantearse la existencia de un censo que clasifique nuestra capacidad de decidir.
la tv no tiene futuro por más que se lo busques a las 2 de la mañana.Todo es efímero:no te quejes tanto y pasa a la acción,no la enciendas.
que penita,ay, que dolor le han quitado al boludo la serie de televisión...siempre te quedará el blog y VLM
1día para visitar el jardín de la pólvora
Publicar un comentario
<< Home